VOLVER A NACER Y CURAR HERIDAS EMOCIONALES
DE LA INFANCIA.
Es un espacio para conectar biología, conciencia, psicología, y comprender que la vida es vida desde el momento en que los padres deciden concebir un hijo. En la decisión misma se plasma la futura vida que llegará a este mundo con la falsa idea de ser una tabla rasa, pero en realidad viene con información genética y psicológica de la familia a la que pertenece.
¿SE PUEDE VOLVER A NACER?
Nuestra madre nos parió una vez y todos los días al acostarnos a dormir de alguna forma revivimos el ritual de estar en el vientre de mamá; de conectar con la mente cósmica, navegar en sueños, rendirnos a la inconsciencia y entrar en fase lunar; etapa de inconsciencia biológica. Dormidos somos frágiles como en aquél entonces; y al despertar nacemos a un nuevo día. Todos los días nacemos; pero con las heridas de ayer, reescribimos hoy lo de siempre.
EL TALLER SE ESTRUCTURA EN DOS PARTES FUNDAMENTALES:
VOLVER A NACER alude al proyecto sentido, a la finalidad de nuestro nacimiento, a la inquietud, al para qué de nuestra concepción y a la misión que el clan familiar nos asigna. Conocer el proyecto sentido asignado por nuestros padres y familiares nos permitirá desbloquear situaciones de HOY, como conflictos dinerarios, amorosos, de salud, infertilidad, programas de abusos, infidelidades, quiebras, abortos, entre otros. La idea es tomar conciencia de lo que nos han legado y devolverlo, desactivar la información que no nos pertenece para emprender un nuevo camino personal.
HERIDAS EMOCIONALES DE LA INFANCIA referencia a los sucesos que hemos vividos, reales o simbólicos que nos han marcado, herido. Las heridas más comunes son el rechazo, el abandono, la humillación, la traición y la injusticia. Y nos conectaremos con las máscaras que nos ponemos para andar por la vida para no sentir.
Descubriremos que nuestro punto de partida, nuestro origen determina la vida que tenemos hoy. Cada minúsculo detalle de nuestra concepción ha marcado nuestros pasos. La información heredada es energía que se materializa en nuestras creaciones; no podemos borrar la historia que nos compone; incluso la de aquellos ancestros que ni siquiera conocemos; pero sí podemos desactivar los programas que hoy obstaculizan un desempeño efectivo de nuestra vida.